sábado, 21 de febrero de 2009

Oranjemundanas






Algunos de ustedes recordarán (Hernán G.B. seguro que sí) el hallazgo de un barco hundido en las costas namibienses el año pasado, justo cuando estábamos planeando nuestra venida. Bueno, se trata de uno de los descubrimientos más importantes de la historia de la arqueología submarina, en términos del tesoro encontrado. Más de tres mil monedas de oro, la mayoría españolas, “excelentes” con las caras de los reyes católicos, así como tres astrolabios, casi una tonelada y media de lingotes de cobre con la marca de los Fugger, lingotes de estaño, cientos de colmillos de elefantes, cañones, balas, mosquetes, vajilla de peltre, peines de marfil, anclas de hierro, maderas del barco, y más cosas, un total de más de siete mil quinientas piezas. Ahora bien, de dónde saco todos estos detalles? Es que el martes pasado estuve ahí. En las salas donde guardan las piezas encontradas, en Oranjemund.

Oranjemund es la ciudad más austral de Namibia, algo así como la Ushuaia namibiense. Queda justo en la frontera con Sudáfrica, en la desembocadura del río Oranje (de ahí su nombre). Fue establecida en 1936 en una zona completamente desértica, como sede de operaciones para la CDM, la compañía dueña entonces de los derechos de prospección de diamantes en la zona del Sperrgebiet, y reemplazó a la ahora desértica Kolmanskop (ver mi nota sobre Lüderitz de Agosto o Setiembre de 2008 y las fotos desde el aire).

Esta zona, el Sperrgebiet, es la mina de diamantes aluvionales más importante del mundo. Qué catzo significa eso? Que los diamantes no provienen originalmente de acá, sino que salieron a tierra a más de dos mil kilómetros de distancia, en la zona de Kimberley, en Sudáfrica. De ahí el río Oranje los vino trayendo desde hace siglos para la costa, puliéndolos en el camino. Los diamantes que llegan de buen tamaño son por lo tanto de la mejor calidad, si sobrevivieron el viaje…

Hablando de viaje, se llega a Oranjemund con un avioncito turbohélice de 19 plazas que sale del aeropuerto nacional de Windhoek (el aeropuerto de Eros), y tarda 4 horas porque para en Walvis Bay y Lüderitz, todos lugares conocidos para ustedes. Tarda 4 horas, digo, pero como además salió con 4 horas de retraso, el viaje se hizo largo y cansador. Sin embargo, el vuelo es espectacular, gran parte del tiempo sobre el desierto, uno termina embobado mirando hacia abajo:
http://www.facebook.com/album.php?aid=150909&id=1040641924&l=32605

La llegada a Oranjemund tiene sus bemoles. En el aeropuerto hay una especie de “frontera” en la que te controlan los documentos y verifican que hayas obtenido autorización oficial para entrar. Esta autorización “oficial” sin embargo no la da el gobierno, sino NAMDEB, la empresa dueña de los derechos de explotación de los diamantes. Los dueños de NAMDEB son, por partes iguales, el gobierno namibiense y De Beers, una empresa anglo-sudafricana que es la más importante diamantera del mundo. Cuenta la leyenda que NAMDEB contribuye el 90% de los impuestos namibienses. Qué seríamos sin los diamantes, debería estar preguntándose el gobierno…

Bueno, pero me fui por las ramas, les estaba hablando (escribiendo) de la llegada a Oranjemund. Una vez verificada la autorización, la empresa te provee de una tarjeta magnética que es tu documento de identidad mientras estás ahí. Sirve para pasar el molinete de salida del aeropuerto, y también, y sobre todo, para entrar a la mina. Pero sobre eso más tarde.

Como ya habrán visto en las fotos, Oranjemund es una ciudad artificial. Fue fundada en 1936 con el solo objetivo de ser la sede de la compañía diamantera, entonces la CDM. Es una ciudad sin ninguna gracia, ya que todas las casas son iguales, y básicamente propiedad de la empresa. Es prolijita, parquizada, y lo que sí, hay muchos Oryx pastando en las calles, aparentemente venidos del desierto tentados por el verde de la ciudad, que no es el mismo verde que atrae a sus habitantes, valga la aclaración...

A qué entonces fui yo a Oranjemund, si los diamantes no son mi especialidad, en todo caso debería haber mandado a Soledad! Es que había una reunión para discutir qué hacer con el tesoro recuperado del barco, cómo conservarlo, cómo y dónde exponerlo. Y participaban de la reunión expertos en arqueología, pero también varios burócratas como yo más preocupados por el proceso político y por garantizar que las cosas se hagan de acuerdo con los estándares internacionales y con la mayor transparencia posible. Esto último no siempre es el caso, y lamentablemente tengo que decirles que no autorizaron la difusión de las fotos que sacamos del tesoro, por ningún medio. Y por lo tanto, no las puedo publicar ni acá ni en facebook.

En cualquier caso les cuento que el barco aparentemente era un barco mercante portugués que iba para la India. Ya había parado más al norte, probablemente en las actuales Ghana o Benin, y había cambiado alguna boludez que brillaba por una buena cantidad de colmillos de elefante. Pero el cobre y el estaño iban a la India para ser cambiados por productos locales, particularmente especias. Según se supone, se hundió en 1525. Y lo encontraron nuevamente en 2008.

Cómo encontraron el barco? Bueno, buscando diamantes en el fondo del mar, pero en seco. Como los diamantes en tierra parecen haberse agotado, NAMDEB (les hablé de esta empresa?) ahora los busca en el mar. Y el proceso es el siguiente: construyen diques de arena cerrando pedazos del mar, como hacen los holandeses para ganar terreno al mar y los argentinos para crear reservas ecológicas en la costanera sur. Cuando el agua se evapora, queda el fondo del mar a la vista. Entonces aplican una especie de aspiradora gigante que remueve toda la arena y los sedimentos superficiales, hasta llegar hasta la roca madre. Este es el mismo proceso que usaron en toda la mina en tierra firme. La aspiradora desemboca en una especie de colador (al menos así me lo imagino yo), donde quedan los diamantes. La arena colada va luego a parar a unas gigantescas dunas artificiales. Cuando ya aspiraron toda la zona expuesta, descuidan los diques (que estaban siendo constantemente reconstruidos, recuerden el trabajo que es mantener los castillitos de arena en la playa) y dejan que el mar retome la zona. Así van porción por porción de playa, a lo largo de los 110 km que tiene la costa de la mina. Un laburito, bah, pero parece que vale la pena. O valía, porque según dicen con la crisis nadie compra diamantes y la mina está cerrando. De hecho ya echaron a gran parte del personal. De qué vivirá Namibia de ahora en más, se preguntarán… pues bien, parece que es la hora del uranio. Este país me hace acordar al chiste en el que los otros países (hermanos) latinoamericanos se quejan con dios por todas las riquezas naturales que le dio a Argentina y dios responde que él es justo y para compensar llenó el país de argentinos…

Otra vez me fui por las ramas y el texto ya es un poco largo. Acá publiqué las fotos autorizadas de la mina:
http://www.facebook.com/album.php?aid=150912&id=1040641924&l=9acef

A esta altura ya se habrán imaginado cómo descubrieron el barco. Efectivamente, cuando secaron un cacho de mar se encontraron con el naufragio, ahí, en seco, frente a sus ojos (acabo de escribir ojos con hache, qué vergüenza, el masculino de hojas). Dicen que es muy probable que si el estado namibiense no fuera tan influyente en NAMDEB probablemente nadie nunca se hubiera enterado del hallazgo… Párrafo aparte (esta expresión parece gustarme, la mitad de mis textos la usan) para la seguridad en la mina. Antes de entrar, te tapan todos los agujeros. Me refiero a los de cualquier artefacto que entres a la mina. Oops, estoy complicando la cosa. Me refiero a la cámara de fotos, por ejemplo. Te ponen calcomanías de seguridad tapando el compartimento de las pilas, y el de la tarjeta de memoria. (Qué habían entendido?) Bueno, eso es lo de menos. Para salir, te pasan por tres cuartos distintos donde te escanea una máquina especial para ver si tenés trazas de diamantes. Y para los que dan positivo, radiografía de cuerpo entero… Es una sensación bastante rara que a uno lo traten aún peor que en el chequeo de seguridad de un aeropuerto de Estados Unidos. Pero créanme, ocurre.

Mientras tanto, en Buenos Aires, hoy festejan el cumple de Emma… Feliz cumple, mi princess, 3 añitos, ya sos grande, grande, gigante! (pronúnciese con erre gringa)

viernes, 20 de febrero de 2009

Curiosidades namibienses

Sabía usted que Windhoek, capital de Namibia, tiene la misma cantidad de habitantes que Quilmes?
Pero no el partido de Quilmes, sino la Ciudad de Quilmes.
El partido (incluyendo Bernal, Ezpeleta, etc.) la supera ampliamente...

jueves, 19 de febrero de 2009

Paseo de un fin de semana de diciembre


Ahora que Sole y los chicos están en Buenos Aires, me aburro. Y por lo tanto aprovecho para poner un poco al día las fotos.
A principios de diciembre pasamos un fin de semana en Swakopmund y aledaños. Un poco para ir a la playa, y otro poco para conocer algunos lugares de esa zona que todavía nos faltaba conocer. Fuimos con Paqui, Luis y Pablete, el amigo de Mati y príncipe de Emma.
En Swakop a la mañana no hacía calor, pero eso no nos impidió andar paseando por ahí (cómo si el frío namibiense pudiera competir con el montrealés, por favor!). Después subió la temperatura y los chicos terminaron jugando con agua:
http://www.facebook.com/album.php?aid=150769&id=1040641924&l=ab456

Al día siguiente hicimos una excursión por el desierto en 4 por 4 hasta llegar a un lugar llamado Sandwich Harbour. Esto queda al sur de Walvis Bay, dentro del parque nacional Namib-Naukluft. Es un lugar impresionante donde el desierto se encuentra con el mar:
http://www.facebook.com/album.php?aid=150777&id=1040641924&l=69bcb
http://www.facebook.com/album.php?aid=150780&id=1040641924&l=fc603

El lunes, que era feriado, volvimos para Windhoek dando una vuelta por el norte. Primero fuimos a Cape Cross, donde se encuentra la más numerosas colonia namibiense de focas del cabo. Fue bastante impresionante porque al ser época en que nacen las crías, muchas están muertas tiradas por ahí, incluso en el medio del camino. Al principio nos preocupamos por cómo reaccionarían los chicos, pero la verdad es que se lo tomaron lo más bien, creo que Sole y yo quedamos más impresionados que ellos:
http://www.facebook.com/album.php?aid=150784&id=1040641924&l=fc3bc

De Cape Cross volvimos para el este hacia Windhoek, pasando por una formación geológica llamada Spitzkoppe, conocida como "el Matterhorn namibiense". Este mote probablemente se lo puso alguien que nunca estuvo en Suiza, pero bah, no seamos quisquillosos. Spitzkoppe es una formación de roca volcánica que quedó expuesta con la erosión del volcán propiamente dicho. Es decir, es la magma endurecida que nunca salió del volcán, el corazón del volcán, pero que con los años la erosión se llevó todo lo que la rodeaba y quedó ahí, en el medio del desierto. Era un refugio privilegiado para los San (antes llamados "bosquimanos" por los blancos, en inglés "bushmen", es decir, hombres de la tierra salvaje, o por qué no simplificarlo, "salvajes") y de esa época datan las pinturas rupestres que se encuentran en varios sitios de la Spitzkoppe, algunas de ellas muy fácilmente accesibles, simplemente estacionás el coche en frente. Es un lugar muy lindo y se puede acampar, así que ya estamos haciendo planes para cuando pase la época de lluvias:
http://www.facebook.com/album.php?aid=150844&id=1040641924&l=99eb6

Bueno, los dejo porque con el diluvio que cae en este momento sobre Windhoek tengo la sensación de que está lloviendo adentro y voy a revisar las ventanas y ver si no hay goteras (me estoy poniendo viejo y neurótico, o tal vez sea sólo el aburrimiento)...