lunes, 29 de diciembre de 2008

Navidades namibienses


Nuestros amigos españoles estaban excitados: “Pasaréis las navidades en Namibia? Qué experiencia, navidades con calor, junto a la piscina!” Claro que para nosotros estas navidades calurosas no fueron ninguna novedad, más bien una vuelta a las fuentes. Bienvenida, además, después de varias navidades con más o menos nieve pero nunca con menos frío…

Teniendo en cuenta que llegamos a Namibia hace solamente tres meses y medio (al menos como familia), imaginarán que pasamos unas fiestas tranquilas, tal vez en un pequeño círculo de amigos recientes. Bueno, no, si pensaban eso no conocen a Soledad… El día que llegó Sole a Windhoek ya estaba haciendo amigas hispanoparlantes en el supermercado. Al día siguiente tuvimos la primera fiesta. Es decir, al día de hoy, la red de amigos está ya casi al nivel de Montreal. La componen, entre otros, españoles, namibienses, cubanos, nicaragüenses, bolivianos, noruegos, finlandeses, argentinos, un crisol de razas…

Lo que no fueron, las navidades, por lo tanto, es tranquilas. No ayudó que Mati anduviera con mucha fiebre, tampoco. Pasamos la noche buena en lo de Rosalba y Mauri, en un grupito de unos 30 adultos e incontables criaturas corriendo por ahí. Aprovechamos que uno de los numerosos médicos cubanos presentes era pediatra, para que de paso lo atienda a Mati ahí nomás. Diagnóstico: lo de siempre. Ya se le pasará… Los sanos comimos un medio cochinillo hecho a las brazas al estilo cubano, moros y cristianos, torta de panqueque de Sole, melón con jamón, y alguna otra delicia que se me escapa. Regado con cerveza Carlsberg, que estaba de oferta y salía la mitad que la Windhoek Lager, Savanna Light (una sidra namibiense), Havanna Club y champán sudafricano. La pasamos muy bien, casi toda la gente que uno se cruza por acá es interesante, conversamos mucho, chupamos otro tanto, y por suerte nuestra casa queda a 7 cuadras nomás…
Las fotos de nochebuena están en facebook:
http://www.facebook.com/album.php?aid=53439&l=ffbfb&id=553424579

Al llegar a casa, ya había venido Papá Noel!! Qué sorpresa!! Todavía no entiendo como el guardia de seguridad no lo vio entrar, o lo dejó pasar… Un año más, la desilusión navideña, busqué bajo el arbolito, busqué y busqué pero no encontré la maldita copa libertadores… Esperemos que “Santa” la traiga el año que viene. Yo sigo pidiendo lo mismo todos los años… El juego de dardos que me trajo, sin embargo, está muy bueno y ya me estoy poniendo a practicar. El año que viene quiero la copa, sí o sí, o todos los dardos van a Savino…

Soledad en cambio ligó un equipito de música justo como el que ella quería, o al menos eso quiero creer. Mati se hizo de un jueguito para la tele, V-tech, que son las atari de hoy, con jueguitos de Shreck, Diego, y Winnie Pooh. Emma tuvo que esperar la mañana del 25 para abrir sus regalos, porque estaba profundamente dormida cuando llegamos a la noche. De todas formas, su espejo de princess con todos los implementos para maquillarse (no sé como denominar el asunto) no la defraudó para nada. En fin, estábamos todos contentos, porque en el fondo yo tampoco creía que el gordo rojo ese me iba a traer la copa…
Las fotos de navidad están en facebook:
http://www.facebook.com/album.php?aid=53547&l=a63b6&id=553424579

El día de navidad propiamente dicho lo pasamos muy tranquilos, en casa, solos ahora sí, poniendo en condiciones la casa, sobre todo la pieza de Emma, que ahora tiene cama propia, aunque todavía le da miedo dormir ahí.
Fotos varias de casa en facebook:
http://www.facebook.com/album.php?aid=53555&l=7cd44&id=553424579

Para año nuevo nos vamos a la casa de Christine (namibiense germanófona) y José Ignacio (español) en Walvis Bay, en la costa, donde esperamos que haga 15 grados menos que acá (igual, ni parecido a Montreal:-). Ya les contaremos.

Feliz año nuevo para todos! Los extrañamos!

lunes, 24 de noviembre de 2008

El salón de los equipajes perdidos

Acababa de llegar al OR Tambo, aeropuerto internacional de Johanesburgo, camino a París. Como corresponde, me fui directo al transfer desk. Pregunté si podía aprovechar las cuatro horas que tengo en Joburg (así la llamamos cariñosamente los habitantes de esta parte del mundo) para buscar la valija que se perdió en el trayecto Buenos Aires-Windhoek cuando llegó Sole, el 12 de setiembre. Me dijeron que si seguía por ahí no iba a poder salir, que mejor volviera a la terminal A1 (ésta era la A2) y pasara migraciones, que ahí estaba la gente que se ocupaba de las valijas.
No supe que pensar, así que les hice caso.
Pasé migraciones, fui a la oficina de equipajes.
Les expliqué el problema.
Me mandaron a la terminal doméstica, planta baja, a la otra punta del aeropuerto, que es donde se juntan los equipajes perdidos. Supongo que a los equipajes les gusta m'as el ambiente de ese lado.
Así que fui.
Les expliqué el problema.
De cuándo?!?! me preguntaron... No... si es de hace más de dos meses, ya no las tenemos acá.
Ernesto, con cara de desolación.
Y entonces?
No, que vaya al final de la terminal doméstica, me tome el ascensor y suba al cuarto piso.
Ahí es donde guardan las valijas veteranas.
Pero apurate porque cierran a las cuatro y media. Eran las cuatro y cuarto. Se ve que las valijas de edad avanzada prefieren acostarse temprano...
Valía la pena internarse en el salón de los equipajes perdidos teniendo solamente quince minutos?
La cara de desolación no se iba.
Al final, me dije, no tengo otra cosa que hacer, si mi avión igual sale ocho y media.
Y me fui corriendo.
el ascensor no venía nunca.
pero al final, llegué.
cuatro y veinte, pero llegué.
Les expliqué el problema.
Les dije que sabía que estaban por cerrar, pero que aunque sea me dieran un ratito.
De bastante buen modo, me indicaron las filas de estantes correspondientes a septiembre. No eran tantas, lo que por un lado me alentó (parecía que me iba a alcanzar el tiempo) y por el otro me preocupó (si son solamente tres filas de estantes de unos diez metros de largo y en tres niveles, menos de una cuadra de valijas puestas en fila, la probabilidad de que la nuestra fuera una de esas era baja.
Decidí enfrentar al destino. Vamos una por una.
Hay que acostumbrarse a mirar valijas, porque no solamente parecen todas iguales, sino que, en realidad, son todas iguales...
a los tres metros había una valija negra a punto de caerse del segundo estante.
con un identificador de "Frutillitas".
Sí, era la de Emma!
era la valija que buscaba.
era la valija que esperamos dos meses y medio!!!
era la valija que nadie podía encontrar!!!
hasta tenía un cartelito con la fecha, 12 de septiembre!!
Increíble!!!
Cuando tendría que haberlos mandado gloriosamente al carajo, decidí agradecerles calurosamente toda la ayuda prestada para encontrar la valija (sí, ese "y, buscá por acá y por acá")
En fin, mañana la mandan a Windhoek, en el vuelo que llega 12:55, se supone que después de esa hora la llaman a Sole para mandársela a casa...
Todavía no lo puedo creer!!!!

[escrito en Johannesburgo, en el salón de Air France, listo para salir a París]

jueves, 20 de noviembre de 2008

Diarios Lesóthicos

El título de esta entrada del blog no fue fácil de decidir. Como rima con roto, Lesotho es candidato permanente a la rima chabacana fácil. En fin, lesótico me gusta más...y después de las críticas recibidas a mi título dedicado al río Swakop, decidí moderar mi lenguaje.

Lesotho significa “la tierra de los Basotho”. De hecho, como colonia inglesa, se conocía como Basotholand, o sea “la tierra de los Basotho, pero en inglés... Los Basotho hablan Sesotho. Y así es como se construye este lenguaje. Que es muy parecido al Setswana, que los Batswana hablan en Botswana. En ambos lenguajes, suerte se dice Pula, que es también la palabra para lluvia. Es que en Botswana, por lo menosm no llueve nunca. Pula también es la moneda de Botswana. La de Lesotho se llama Loti, y el plural, Maloti (1 Loti, 2 Maloti, etc.). Buenos días se dice Dumela, Dumela-Mme si es a una mujer, Dumela-Ntate si es a un hombre. Dumela-Ssamigos!

Qué c... hago en Lesotho aparte de aprender dos palabras en Sesotho? (Uy, otra vez se me escapó el guarango, pero cómo se dirá carajo en Sesotho?) Estoy participando de un seminario de capacitación para las Comisiones Nacionales para la UNESCO de Botswana, Lesotho, Malawi, Namibia, Sudáfrica, Zambia y Zimbabwe. Como soy el “punto focal” para Lesotho, me toca a mí. Aproveché también para visitar a las personas clave para mi trabajo acá. El decano de la facultad de ciencias de la NUL (National University of Lesotho, por las siglas, o “nulo” traducido del inglés), la directora de ciencia y tecnología del Ministerio de Comunicaciones, Ciencia y Tecnología, el director de agua y el comisionado de aguas del ministerio de agricultura, el director de medioambiente del ministerio de medio ambiente y turismo, y gente de ese estilo.

A esta altura debería explicar qué son las Comisiones Nacionales de UNESCO, y porqué las capacitamos. Pero bah, búsquenlon en internet, que si no está ahí, no essisste...

Ya que cité a Maradona, ayer ganó Argentina en Escocia y el fenómeno Maradona fue tal, que por la CNN transmitían el partido desde fuera del estadio. Se ve que no tenían los derechos de transmisión, pero tenían un tipo parado fuera del estadio, al que enfocaban mientras contaba lo que iba pasando dentro. Muy gracioso, y bastante expresivo del fenómeno maradoniano. Todo esto es culpa de mi primo Pablo que por el bien del fútbol argentino -y de todos en general- debería haberlo rechazado en el Güemes y haberlo derivado a la salita de Villa León...

Aparte de trabajar, lo único que hice en Maseru, que como todos ustedes saben perfectamente es la capital de Lesotho (en realidad el único que lo sabía es mi ahijado Gonzi, pero bueh...), fue tratar de conseguir la camiseta de Lesotho (... se tiene que transpirar... ) para mi colección que pronto pondré en la web, ya que tuve que doblar y guardar las 50 camisetas porque Soledad no las quería más colgadas en nuestro placard.

Hasta el momento, jueves a la tarde, fue inútil. Tras recorrer un par de tiendas, me mandaron a la sede de la LEFA, como la AFA, pero LEFA, donde tras hablar con todos los dirigentes presentes, incluyendo al CEO que sería el Grondona vernáculo, finalmente conseguí que me ofrecieran una remera “Small”, que era el único tamaño que les quedaba, porque están cambiando de umbro a Adidas. Pero me dieron una pista, de un posible local al final del pueblo (digo, de la ciudad capital). Llegué, transpirado, y estaba cerrado. Claro, eran las 5 y 4 (no y cuarto, y cuatro!), y cerraban a las 5. En ese momento me vino a la memoria mi periplo por Almaty, Kazakhstan, hace dos años, cuando infructosamente recorrí la ciudad durante toda una tarde, tomando taxis que me cobraban por adelantado y paraban a la media cuadra, porque ahí les había pedido que me llevaran, sin que pudiera verdaderamente entenderme con nadie, y desde las 3 de la tarde era de noche. Nunca conseguí la camiseta de Kazakhstan. De hecho, nunca la vi (existe? fue una pesadilla?).

Decidí que no me iba a pasar lo mismo en Lesotho, no por mi admirable dominio del Sesotho, ni por el hecho de que de todas maneras todos hablan inglés, sino porque iba a perseverar, y sobre todo porque tenía más días por delante. Un vendedor me prometió una para hoy, pero ya son casi las cuatro y no me pude liberar, bastante que estoy escribiendo esto mientras otra gente habla sobre Educación para el Desarrollo Sustentable (¿?). Mañana espero poder conseguirla. No es que sea muy linda, pero cuántos de ustedes tienen la camiseta de Lesotho?

Mientras caminaba por la metrópolis lesóthica, noté que la gente me miraba raro, como algo exótico, nada lesóthico. Claro, tardé poco en darme cuenta de que era el único blanco en la calle. Lesotho es un país que nunca tuvo apartheid, y que tiene resuelto el problema racial hace ya muchos años. Se respira más fácil el aire de acá.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Okambara



El otro día Armin, mi compañero de la secundaria, me preguntaba por facebook dónde queda Okambara. Lo mismo me preguntaba yo, el otro sábado (1ro de noviembre) tras pasar la tercera tranquera con el cartel "Okambara 8km". Esta resultó ser la última, y a 130km al oeste de Windhoek, contando más de 35km de ruta de ripio y arena, llegamos al "lodge" Okambara. Nos podrían haber avisado de la conveniencia de una cuatroporcuatro. Fuimos en nuestro auto rojo, que es bastante bajito y sufrió lo suyo. Pero llegamos.

Qué es Okambara? Okambara es una especie de resort salvaje. Un hotel con diez habitaciones, en el medio del "buschveld", que es algo así como el chaco namibiense. El terrenito del hotel consta de unas 15 mil hectáreas.

El primer día, después de conocer a los habitantes del hotel (ver fotos en: http://www.facebook.com/album.php?aid=144091&l=69570&id=1040641924)
nos quedamos un rato en la pile y a las 3 y media salía el "game drive", que vendría a ser el paseo para ver animales, algo así como un safari desde un landrover. Nos pareció raro que el paseo saliera tan temprano, porque en general es más facil ver los animales más tarde. Claro que no tuvimos en cuenta que el paseo finalmente duró cuatro horas... y vimos de todo...

Después de ver como les daban de comer a las chitas en su jaula, nos subimos a esta camioneta modificada para safari, y nos empezamos a andar. Tardé un rato en darme cuenta de que estábamos yendo por dentro de la jaula de las chitas!!! Íbamos en dos camionetas, y la de adelante llevaba colgados como seis medio costillares crudos atrás, como para un asadazo de esos que prepara Lautaro. Pero no, no eran para consumo humano. Al ratito nomás empezaban a aparecer los chitas de entre los arbustos. Los guías se bajaban y les tiraban los costillares, que los bichos aceptaban razonablemente contentos.... Se ve que estaban acostumbrados a que les dieran de comer, porque las camionetas ni siquiera eran cerradas, si hubieran querido saltaban sobre nosotros sin ningún problema, pa'l postre. Pero bueno, nos perdonaron, la prueba está que acá estoy, escribiendo el blog.
http://www.facebook.com/album.php?aid=144096&l=8f4b2&id=1040641924

De la jaula de las chitas (o será los chitas, la verdad es que no estoy seguro del género a utilizar) seguimos en busca de los siguientes bichos. Pero después de semejante exitación inicial con los felinos, se hizo largo... fue una hora y media por un camino bastante dificil, hasta empezar a ver bichos. El paisaje, de todas maneras, era muy lindo.
http://www.facebook.com/album.php?aid=144099&l=37a8f&id=1040641924

Pero valió la pena. Vimos de todo. Kudus, impalas, steenbok, eland y otros antílopes. Jirafas [UPDATE: 100 veces jirafa, jirafa, jirafa, jirafa, jirafa, 94 jirafas, jirafa va con jota, gracias pa!], cebras, ñus.
http://www.facebook.com/album.php?aid=144100&l=33671&id=1040641924

Y Elefantes (lo tuve que poner con mayúscula, no me queda otra). Un grupo de cuatro elefantes, impresionantes. No se puede describir. Por lo tanto, véanlos en las fotos acá:

http://www.facebook.com/album.php?aid=144097&l=f8684&id=1040641924

Solamente nos faltó ver los rinocerontes. Tendremos que volver, entonces...

La pregunta que nos hacíamos es cómo habían llegado todos estos bichos ahí. Son de ahí? Son importados? Se los afanaron del zoológico de La Plata? A la vuelta del safari, y mientras cenábamos un bife de lomo de oryx espectacular, le pedimos a Christian, el dueño de Okambara, que nos iluminara. Christian es un alemán, para los que piensan que los alemanes se fueron de Namibia hace 100 años, que llegó acá hace 17 años con su mujer (Uschi, me parece) y se estableció en Okambara, previa compra de las dichas quincemil hectáreas. Fue a partir de ahí que empezaron a traer parejas de los distintos animales y largarlas en el terreno. Y en 2002 compraron dos elefantes al gobierno (no son los que usaba Alsogaray en su campaña contra el "estado elefante") provenientes del parque nacional Etosha. Como en Etosha los bichos están tan bien protegidos, tienen que de vez en cuando deshacerse de algunos porque si no se genera una sobrepoblación de elefantes. Bueno, una pareja vino a parar acá a Okambara. Los tuvieron un año en un encierro especial, dándoles de comer y eso y luego los largaron. Desde hace 5 años que estos elefantes no tienen más contacto directo con humanos, y según Christian, se puede decir que son salvajes nuevamente. Lo que sí, tienen implantados chips que permite al conductor del safari localizarlos con unas antenas y así garantizar que uno los vea durante el "game drive". La pareja tuvo dos elefantitos (según Mati, el grande tiene de cuatro años y la chiquita dos), que son totalmente salvajes. La conversa con Christian quedó interrumpida por tres puercoespines que se aventuraron demasiado cerca del lugar donde estábamos cenando, y tuvieron un altercado con el perro. Pobrecito...

El segundo día, a la mañana, decidimos dar un paseo por el buschveld (la v se pronuncia como f, lo demás es facil) que rodea el casco. Vimos algunos bichos y muchas caquitas de bichos demostrando que habíamos llegado tarde. Lo que pasa es que con nuestros dos hijitos es dificil, por no decir imposible, hacer un paseo silencioso. Pero igual estuvo muy lindo. Nos habíamos disfrazado de canadienses, con el equipo olímpico que nos regalaron los Bourgoignie-Duda. Hasta que de repente, se escucharon rugidos viniendo de la montaña, y vimos un bicho grande, negro, bajando corriendo en dirección a nosotros, persiguiendo a otro bicho. El jabón que nos pegamos!!! Salimos rajando hacia la casa, con los chicos agarrados medio a upa medio a rastras, hasta que nos sentimos seguros. Un rato después, ya relajados, pudimos averiguar que simplemente se trataba de una pelea entre dos machos babuinos (monos) que habitan las montañas alrededor de Okambara y que cada tanto se agarran. Pero igual, mientras escribo esto, me tiemblan un poco las manos.

Fotos del paseito de domingo:
http://www.facebook.com/album.php?aid=144092&l=f4aaa&id=1040641924

De vuelta en Okambara, solamente nos quedaba relajarnos un rato, recuperar el aliento y salir de vuelta para casa (es decir, Windhoek).
Fotos del descanso en familia:
http://www.facebook.com/album.php?aid=144094&l=d9936&id=1040641924


Bueno, para los que estén planeando venir a visitarnos, grábense el nombre de Okambara, que casi seguro los vamos a llevar (salvo que, quién les dice, todavía conozcamos un lugar aún mejor). Realmente valió la pena. Y ahora que tenemos la camioneta 4x4, va a ser más facil todavía.

viernes, 24 de octubre de 2008

Fiesta en el cole

El 23 de octubre festejaron, con un día de adelanto, el día de Naciones Unidas en la escuela de los chicos. Fue el primer acto escolar de los chicos, qué emoción!!!

Cantaron el himno de Namibia y el de la Unión Africana (alguna vez tendremos himno del Mercosur, y lo cantaremos?), como en todos los actos públicos. Los himnos me llamaron la atención desde el primer momento, porque son típicos himnos occidentales, cantados en inglés. Nada de música autóctona, algún tam tam, nada. Aburridos como nuestros himnos (salvo el himno a Sarmiento, claro, que de niño era mi preferido, lo confieso). Y la marcha de San Lorenzo, por razones obvias...

Acá todos los actos tienen muchísimo protocolo. A los diputados siempre se los nombra como "honorable fulano", y los alcaldes son "his (o her) worship". En todas las ocasiones recuerdo que una de las primeras medidas de Alfonsín fue derogar el prefijo de "excelentísimo" que se le aplicaba a "Señor Presidente". La cámara de diputados se ocupó por su cuenta de quitarse el "honorable", por lo menos en la realidad...

A todo esto, en el acto de la escuela Mati fue el abanderado de Argentina:

http://www.facebook.com/album.php?aid=142853&l=e8507&id=1040641924

Y Emma y sus compañeritos nos dieron una sorpresa y actuaron la canción de "What a wonderful World". Nosotros no sabíamos nada, fue muy lindo, aunque Sole se quejaba de que Emma fue sin peinarse:

http://www.facebook.com/album.php?aid=142854&l=f7e6c&id=1040641924

Y ahora, la innovación: videos namibienses!!!


jueves, 23 de octubre de 2008

Siempré que paró...

llovió!!! al fin... tras 72 días en Namibia, finalmente llovió. Bah, cayeron cuatro gotas. Y Sole ni se había dado cuenta.
Pero esto sí que es noticia!!!
A quién le importan la crisis financiera y las AFJP???

Me cago en el Swakop

Ya que preguntan...
El Swakop es uno de los tantos ríos efímeros namibienses, es decir, solamente existe como tal durante la temporada de lluvias. El resto del año (ahora) está totalmente seco.

Swakopmund es la desembocadura del Swakop. El origen del nombre, siempre según Wikipedia, viene del vocablo Nama "Tsoakhaub" que significa algo así como "cloaca" o "abertura de excrementos", describiendo el aspecto que tiene este río cuando toma volúmen durante la temporada de lluvias, cuando arrastra masivamente arena, barro, vegetación y cadáveres de animales de todo tipo hacia el océano. El nombre fue cambiado por los alemanes a "Swachaub" (agrego yo que tal vez, como lo sugiere mi padre, haciendo un juego de palabras entre el nombre original y las siglas del Süd West Africa, aunque Wikipedia no lo confirma) y luego a Swakop y Swakopmund:
http://en.wikipedia.org/wiki/Swakopmund#Name

lunes, 20 de octubre de 2008

La camiseta botswaniana


Para Gonzi, la camiseta de Botswana:

Diarios swakopmundianos




Siempre parece haber una buena razón para no escribir. Ahora es el container, que llegó y nos tiene algo ocupados desarmando cajas y armando una casa.



Esa fue la única tarea de este fin de semana, bueno, a parte de jugar en la pile con los chicos y comer un asado con Cintia (que era la única Argentinaen Namibia hasta que llegó Sole, y sí, mal que nos pese y para disfrute de mi suegro, es pincharratas), su marido Jimmy, namibiense, y Luis y Paqui, nuestros amigos españoles, andaluces, de San Fernando, vecinos de María del Valle. Tira de asado (más o menos 4.50 dólares US el kilo, o unos 15 pesitos, para los que se preguntan los precios), bife de costilla, salchicha parrillera namibiense (Boerewurs, pronúnciese BUUREVURS), morcillas (medio picantitas), champiñones y zucchini. Esta vez, nada de antílope ni cebra. Como aperitivo, Windhoek Lager. El almuerzo regado con un rosé y un tinto sudafricanos, y para cerrar un Canasta Cream auténtico de Jerez, frío, con una rodaja de naranja, como nos enseñaron allá, en Jerez de la Frontera. Terminamos de almorzar a eso de las 7 de la tarde, como en casa, y Sole ya tiene acento andaluz.



El fin de semana pasado teníamos aún mejores razones para no escribir. Con Luis, Paqui y Pablo, el amiguito nuevo de Mati y Emma, nos fuimos el viernes a la tarde (les conté que los viernes salgo del trabajo a las 2 y cuarto?) a Swakopmund (http://wikitravel.org/en/Swakopmund) y volvimos el domingo a lanoche.



El sábado a la mañana desayunamos las mejores medialunas namibienses en Pane Fresco en Swakopmund (no es que hayamos probado tantas, pero éstas estaban realmente buenas, recién hechas), y un excelente espresso italiano. Ahí nos encontramos con Luis, un mendocino que está dándole la vuelta al mundo enbicicleta, con una beca de la "Unión Cívica Radical" (le pongo comillas porque no estoy seguro de que todavía exista una entidad con ese nombre, por ahí este muchacho se quedó en el 83, o salió de allá en el 85 y no lee los diarios y piensa que la moneda argentina es el Austral :-) de Godoy Cruz (o será de Cobos?). En fin, las casualidades del destino...



De ahí nos fuimos hasta la Duna 7, a 6 km de Walvis Bay (VALFIS BEI, Bahía Ballena), el principal puerto namibiense, a media horita de viaje de Swakop (como lo llamamos cariñosamente los locales). La Duna 7 es espectacular. Queda cerca de la ruta, pero en el medio de un desierto de arena. Mati decidió no subir, y se quedó con Pablito al cuidado de Paqui, que ya había subido una vez y no le apetecía. Emma decidió venir (cómo ven, a los 2 años la niña ya decide por sí misma. Y por los padres). A los dos pasos, pidió upa. Pero no había forma de convencerla de que se quedara abajo. Así fue que, con la invalorable ayuda de Luis, la llevé a upa, a caballito, sobre los hombros, y como bolsa de papas. A mitad de camino no quería más. Yo, porque Emma estaba lo más contenta. Y después del sprint final, me derrumbé. No podía más, ni respirar. Las fotos lo cuentan todo.







Cuestión es que media hora más tarde, recuperado ya, empecé a disfrutar de la vista. Impresionante. Caminamos un poco por arriba de la duna y luegobajamos caminando. Sole y Emma hacían culo-patín, se divertían a lo loco. Yo bajé haciendo slalom y recordando los días de ski con Alex, Peter y los muchachos canadienses. Alguna vez voy a volver a subir, con una tabla de sand-board. Bah, eso lo digo ahora que estoy tranquilo sentado frente a la compu. Veremos.



De ahí nos fuimos a un merecido almuerzo en el puerto de Walvis Bay. Al lado nuestro, la terminal portuaria, donde seguramente nos esperaba nuestro container. Les decía que Walvis es el puerto más importante de Namibia. Tanto es importante en la región, que si bien Namibia se independizó de Sudáfrica en 1990, Walvis siguió en manos sudafricanas hasta 1994 como énclave en territorio namibiense. En ese entonces, el único puerto namibiense namibiense era Lüderitz, que fue objeto de otra entrada en este blog. Porqué hay tan pocos puertos? La costa namibiense se conoce como "skeleton coast", la costa de los esqueletos, debido a la cantidad de barcos varados en la playa, que parecen esqueletos. Y toda la costa, salvo las ciudades, es parque nacional.



Después de almorzar volvimos Swakopmund y fuimos a la playa (finalmente, es LA playa namibiense, y eso le habíamos prometido a Mati que veníamos a hacer). El cántico oficial: "qué frío hace, lalalá lalá lalá". Pero el frío no pudo con nosotros, y Mati y yo nos metimos, aunque más no sea hasta las pantorrillas.






A las 6 o 7 de la tarde se levantó una bruma espesa y húmeda, mojada diría, que nos echó hacia el centro. El centro de Swakop resultó ser una especie de Villa Gesell, salvo por los negocios de artesanías africanas... Una peatonal más chica que la 3, pero limpia, aunque habrá que ver el aspecto que tiene en temporada. Lo que sí, alas 7 y pico estaban cerrando todos los negocios. Y nunca encontré el Sacoa.



El domingo a la mañana salimos bien temprano para Walvis. Tenía moscontratado un paseo en catamarán que salía a las 8 y media de la mañana. Llegamos justo, sobre la hora, corriendo y nos subimos al barco. El paseo estuvo lindo, Mati y Emma se divirtieron muchísimo, entre las focas que se subían al barco y los pelícanos que venían a comer de la mano del guía. Los delfines que rodearon el barco y casi los podías tocar, fueron otras de las estrellas. Para mí lo mejor fue el almuerzo, una especie de tenedor libre de ostras. Es que en Walvis la industria que más crece es la de las ostras. Trajeron ostras chilenas y las adaptaron al Atlántico namibiense. Claro, el agua está igual de fría. En realidad no, acá es tan fría que las ostras no llegan a reproducirse en libertad (qué será la libertad, para una ostra?), y tienen que tener criaderos en tanques climatizados.









Cuando nos bajamos del crucero, descubrimos que yo había dejado la luz del auto prendida (Qué B.!) y se quedó sin batería. Encima era una 4x4 alquilada, que tenía un sistema de alarma que se prendía cuando se acababa la batería, o algo así. Es decir que ni bien conseguimos que nos dieran arranque, saltó la alarma y nos dejó a todos aturdidos, especialmente a los chicos que más querían dormir después de semejante trajín.



Finalmente volvimos sanos y salvos y en el viaje de vuelta desde el auto hasta vimos jirafas!



Reflexiones fuera de programa: Hoy decidí empezar oficialmente el verano y me puse por primera vez los zapatos que me regalaron Lili y Chichí para mi cumple. Muchas gracias, me quedan bárbaros!!



Mientras tanto, San Lorenzo va puntero y ya nos quieren sacar al técnico. Por qué no lo llaman a Ramón y se dejan de joder. Ah, y llegue quien llegue, basta de Riquelme, por favor, que me están arruinando los planes de seguir a Argentina en el mundial del 2010 acá en Sudáfrica! A este ritmo, mejor lo vemos por tele, o seguimos a España.



Hoy fue mi segundo lunes que fui a jugar al fútbol con un grupo de gente de todos los países y colores. Con suerte en 2 o 3 meses empiezo a tener una idea de cuando voy a empezar a estar en forma. Un desastre lo mío, pero lo hago para no contrastar con la selección...

domingo, 5 de octubre de 2008

Animalitos namibienses


Como les contó Sole, el fin de semana pasado fuimos a una reserva que queda acá a unos 15 km de Windhoek. Vimos todo tipo de animalitos namibienses:






martes, 30 de septiembre de 2008

Postales del Cabo

Llegué ayer a Ciudad del Cabo. El primer shock: llovía a cántaros. Desde que salí de Buenos Aires que no veía llover. No es que extrañara la lluvia, no, sólo que no traía paraguas, ni piloto, y se me mojó todo el traje.

Segunda postal: la villa. La salida del aeropuerto de Ciudad del Cabo es casi directo a la villa. Una villa compacta, muy parecida a las que conocemos de Argentina. Un contraste con los asentamientos ‘light’ de Namibia. Una lluvia de realidad.

Tercera postal: el hotel Spier (www.spier.co.za) situado en una vieja bodega, rodeado de viñedos, con habitaciones antiguas muy bien recicladas. Suerte que pagaban los organizadores del congreso (los alemanes). La otra cara de Sudáfrica. Un país de contrastes (suena a frase hecha, pero no se me ocurre otra forma de describirlo). Por un lado una economía pujante. Por otro pobreza que atormenta. Todo en el marco de un gobierno que se supone, es heredero de la lucha de Mandela. Pero más, de sus luchas internas.

Cuarta postal: el congreso de BIOTA. Acababa de terminar de leer Small World, de David Lodge, regalo de cumple, y me causó mucha gracia vivirlo. El libro describe la vida de académicos ingleses en los 70m viajando por el mundo de congreso en congreso, y compitiendo por una cátedra UNESCO. Es realmente bueno, muy divertido. Yo hace años que no participaba de un congreso científico (qué mal, no?) y éste se parece mucho a lo que describe Lodge.

El trabajo: el proyecto de Angola va avanzando. Tuvimos una buena reunión en la que todas (o más bien, muchas de) las organizaciones que estamos interesadas en trabajar en los temas de biodiversidad y reservas en Angola nos pusimos de acuerdo en algunas líneas de trabajo conjuntas. Y los representantes de Angola (hablan buen castellano) estuvieron bien, aunque no tenían mucho poder de decisión, ya que el nuevo gobierno asume en dos semanas. Mientras tanto, vamos avanzando de a pasitos pequeños.

Una reflexión: en este congreso, al igual que en el seminario de la semana pasada, los participantes viven repitiendo la pregunta acerca del impacto inmediato de las investigaciones, su relación con las necesidades sociales y con resolver problemas inmediatos de los campesinos. Eso está bien, pero no puede ser la única motivación para hacer ciencia. Los países en desarrollo se tienen que dar a sí mismos la oportunidad de pensar el futuro, en abstracto. Si nosotros no pensamos, también, a largo plazo, otros lo van a hacer por nosotros. Y entonces, preocupados por las necesidades actuales de los campesinos, nos olvidamos de las necesidades futuras, de los hijos y de los nietos de esos mismos campesinos. Es una ecuación compleja: la necesidad de orientar la ciencia a las necesidades sociales, pero a la vez la necesidad de pensar a largo plazo.

En fin, perdón por la lata. Será que estoy contento porque mañana a la mañana bien temprano me vuelvo para Windhoek. Como siempre, y más aún, extraño a Sol y a los chicos. Fueron unas semanas moviditas... Encima llego y al toque quedo a cargo de la oficina. Ya les contaré...

domingo, 28 de septiembre de 2008

Acomodándonos.....

Por acá todo se va acomodando, por suerte!!, el otro día pensaba que lo único que había sido un problema fue el mal mantenimiento de la casa, sino todo hubiese sido "perfecto" obvio con el estrés que da una mudanza a los chicos y a los padres; los chicos se adaptaron super bien a la escuela, yo salí manejando a los 2 días de haber llegado, ya que no quería que me pase lo de Montreal que estuve un ano con el auto en el garaje sin animarme a manejar.....
El clima está muy bueno, hay que tener cuidado con el sol, pero está lindo, hace calor, mucho durante el día y frío, también se siente, durante la noche.

Con la chica que me ayuda estoy muy contenta, es un poco lerda, pero como todo acá, es de Zimbawe, habla inglés, PLANCHA!!! no sabes lo linda que me queda la ropa planchada, los vestidos de Emma!!!, yo por lo menos en Montreal, no planchaba nada...., acá hasta la ropa interior, pasando por las sabanas! No es super limpiando, hay que decirle, algunas cosas, que las haga más de una vez, pero tiene mucha onda con los chicos, me la recomendaron por eso, era la empleada de el chico que remplazo Ernesto que tenia 2 hijos de la misma edad que Mati y Emma, y como en un futuro no muy lejano pensamos dejárselos una vez por semana para ir a cenar, que no limpia tan bien o tener que repetirle las cosas no me molesta tanto..

La vida social ya ha comenzado!!! Ayer sábado vinieron a merendar unos amigos andaluces que tienen un niño de 5 años, que juega muy bien con Mati y también con Emma. Hoy nos vamos con una argentina que vino de vacaciones hace 7 años, se enamoro de un namibio, que tanquilamnete podría ser Alemán, y se ha quedado, así que vamos a ir a una reserva natural, por fin a ver animales!!!!!!
El fin de semana que viene es posible que invitemos a cenar a un español, que se llama Iñaki, y esta casado con una mexicana, así que mucho no me puedo quejar, de hecho, mandamos por avión solo 4 platos, 4 cubierto y 4 vasos, porque dijimos que en 3 meses no íbamos a conocer a nadie.......

la ciudad es chica, rodeada de montanas, el paisaje es muy lindo, hay que acostumbrarse a que hay gente, bastante, sentada en las veredas, esperando a que la contrates para hacer algún trabajo, pero es linda, es limpia, arregladita, esta bien, mucho todavía no anduvimos, ya que Ernesto estuvo de viaje y sola no me animo mucho.

El viernes, por primera vez, dejé a los chicos en la escuela y me fui a tomar un café con esta chica andaluza, y ya combinamos para ir martes, jueves y viernes al gym juntas, así que pronto veran fotos con mi estilizado cuerpo!!!!! y después veré que puedo hacer para que no sea solo gym, sol y pileta, jajaajajjajaja

Les quiero comentar también que se consigue Tab, esa gaseosa de cola de hace algún tiempo...

viernes, 26 de septiembre de 2008

Anclao en Gaborone

Estoy varado en el aeropuerto de Gaborone (pronúnciese JABORONE). Mi vuelo está retrasado y pasé demasiado temprano al área de embarque, donde no hay nada que comer ni tomar. Al menos tengo algo de batería en la laptop.

El taller estuvo bien, aunque me sigue costando encontrar mi rol en el nuevo trabajo. Les cuento. Mi trabajo tiene varias aristas diferentes. Por un lado estoy a cargo de los programas de “ciencias naturales” de la UNESCO en Angola, Lesotho, Namibia, Sudáfrica y Swazilandia (orden alfabético...). Esto implica que coordino proyectos en varias áreas, básicamente siguiendo las prioridades de los países en temas de ciencias, y las grandes líneas de la UNESCO al respecto. Los proyectos se renuevan cada dos años (la programación de la UNESCO es por bienios). Llegué a Windhoek con el bienio bien empezado, y en este momento estamos casi en la mitad. Esto implica que todos los proyectos activos los heredé de mi predecesor. Aquí algunos ejemplos:
- Impulsar el establecimiento de una “reserva de biósfera” en Angola.
- Establecer comités de gestión de recursos acuáticos en Lesotho y/o Swazilandia.
- Contribuir al establecimiento de una política de ciencia y tecnología en Swazilandia.
- Establecer un sistema de información para la gestión de ciencia y tecnología en Lesotho.
- Un programa regional de capacitación e investigación en el manejo de la cuenca de los ríos Orange, Fish y Senqu (no creo que se llame así el río, pero es lo que recuerdo).

Qué hago yo respecto a estos proyectos? Eso, qué c... hago? No, alguna idea tengo. Por ejemplo, la semana que viene voy a Ciudad del Cabo a una reunión con las autoridades de Angola, un experto brasileño, científicos de BIOTA, y la agencia de cooperación alemana, para poner en marcha el proyecto de la reserva en Angola. Tengo que “gerenciar” esta actividad. Asegurarme de que los científicos alemanes y brasileños tengan en claro lo que se espera de ellos. Que los alemanes pongan la torta. Que los angolanos no se la agarren con la mano sino que se pongan las pilas y decidan exactamente qué es lo que quieren y dónde. Y que faciliten el trabajo de todos estos otros actores.

En el proyecto de Swazilandia, reviso los documentos que van siendo producidos por los consultores, hago comentarios, trato de que las cosas tengan sentido, discuto con el gobierno para que se pongan las pilas, discuto con el “consultor internacional” acerca de lo que se espera de él, las metodologías y los enfoques. Trato de que el resultado final sea decente, implementable y ojalá –quién te dice- implementado.

En el proyecto de Lesotho vengo participando desde hace rato. Tanto en el diseño de los términos de referencia, como en la selección del consultor, Gunnar, un viejo amigo sueco que vive en París y prácticamente no cobra honorarios, con tal de mantenerse activo y viajar por el mundo, lo que lo convierte en un consultor ideal para esta organización pijotera. Y además, es razonablemente bueno. En noviembre tengo que ir a Maseru (aprendí que esa es la capital de Lesotho) por otro asunto y aprovecharé para monitorear el progreso del proyecto.

Pero también tengo otros roles en la oficina. Soy el “punto focal de Lesotho”, por lo cual tengo que estar al tanto de todo lo que la UNESCO hace en Lesotho, y ponerle una mirada integradora de los distintos sectores: ciencias, educación, cultura, comunicación. Y como punto focal de Lesotho me toca por ejemplo estar a cargo de un proyecto financiado también por los alemanes que trata de consolidar las capacidades de las “comisiones nacionales para UNESCO” (algún día les contaré que son) y es coordinado por Lesotho. Yo tengo que hacer el seguimiento y mantener al tanto a la directora de la oficina de la marcha del proyecto. Por suerte todavía no pasa nada, pero hay una reunión el 19 de noviembre allá y por eso tengo que viajar a Lesotho.

Otra de las cosas que uno tiene que hacer todo el tiempo es escribir proyectos para movilizar fondos y poder tener medios para hacer alguna cosa que me interese de verdad. Por ahora, no tuve grandes éxitos en este plano, pero tampoco muchas chances.

Por último, también está el trabajo de “oficial a cargo”. Estaré a cargo de la oficina por primera vez desde el viernes que viene. Ya les contaré de qué se trata eso. Pero básicamente es remplazar a la directora, en las decisiones cotidianas, y en los actos y otras oportunidades de representación.

Después está el programa de política científica y tecnológica para África, que es manejado desde París. El director de política científica me considera un recurso de este proyecto, y de eso trató la reunión acá en Botswana. El tema es que este proyecto se lleva a cabo en su mayoría en países fuera de mi “cluster”, y sobre todo en el “cluster” vecino, manejado desde la oficina de Harare. Esto trae consigo una serie de pequeñas internas, típicas de estas organizaciones, que no hacen la vida más placentera, tampoco. Pero hay que vivir con ellas y aprender a manejarlas. En eso estoy.

Bueno, esto es lo que se me ocurre en este momento acerca de mi nuevo trabajo. O al menos es lo que se me ocurre cómo contar, de aquello que entiendo es/sería mi nuevo trabajo. Mi hermana no me iba a permitir seguir escapándole a la descripción... Si Air Botswana lo permite, esta noche llego a casa y me vuelvo a sumergir en silencio de blog...

(PD: por suerte conseguí salir una horita del hotel hoy a la mañana y comprar sorpresas, y la camiseta de “las cebras” de Botswana)

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Ya me siento mejor...

Escribir un blog es la nueva terapia para personas enfermas
Según los expertos, así se evita el estrés de las situaciones traumáticas. Y habría cambios cerebrales.
http://www.clarin.com/diario/2008/09/24/um/m-01766416.htm

Diarios botswanianos


El gentilicio de Botswana es aún más complicado. En el caso de la gente, se llama Batswana. La lengua se llama Setswana. Botswana es el país de los batswana o de los que hablan setswana. O algo así. Esto me confunde y es difícil escribir mientras mi ex-jefe, que vino de Montreal a participar en el taller acá en Gaborone, está dando muy una presentación que conozco bien...

Gaborone queda casi en la frontera de Botswana con Sudáfrica, bastante cerca de Johannesburgo, hacia el noroeste. Para llegar hasta acá, salí de Windhoek con South African Airways a las 8:50 de la mañana, a las 10:50 estaba en Johannesburgo. A las 12:00 salí en un 737-200 (pensé que ya no había de estos) que si bien era operado por Air Botswana, era de Air Zambia (claro, tampoco sabía yo que existían estas aerolíneas, y tuve que verificar que Air Botswana estuviera habilitada, pero no había averiguado nada de Air Zambia). En realidad salimos a eso de las 12 y media, porque estaban demorados esperando ciertos equipajes. Obviamente, uno de esos ciertos equipajes era el mío, y más obviamente, no llegó. Johannesburgo es un agujero negro para las valijas... una de las de Sole todavía no apareció, y ya pasaron casi dos semanas.

A las 2 y media de la tarde estaba entrando al taller, que había comenzado esa mañana, pero aparentemente no me perdí demasiado. Fue una buena estrategia. Más teniendo en cuenta que a las cuatro nos llevaron de "sorpresa" a una especie de Safari por una reserva a solamente 15 minutos de la ciudad (ciudad?). Estuvo muy bueno y al final nos dieron una recepción en un salón arriba de la montaña. [UPDATE: ver las fotos en: http://www.new.facebook.com/album.php?aid=141476&l=9b3b9&id=1040641924

El martes fue un día de mucho trabajo. Estuve todo el día a cargo del taller, aunque la mayor parte de las presentaciones estuvieron a cargo de Rohanm y yo cordinaba (qué lindo es cordinar, qué es cordinar?). Rohan solía ser mi adjunto en Montreal, y ahora está temporalmente a cargo. Pero yo tenía que estar atento para responder todas las preguntas, porque el joven Rohan estaba un poco desbordado. También contribuir en los ejercicios que damos para las actividades de taller, ya que los diseñé yo... En fin, algo así como la pesada herencia. Fue un evento interesante, porque se trató de una transición entre mi trabajo anterior y el actual (ya contaré los detalles de este último, Marti).

El tema de estadísticas (es decir, todo lo relacionado con mi trabajo anterior) terminó hoy a la mañana, mientras empecé a escribir esta nota. Ahora las cosas tratan sobre política científica, que es mi nuevo trabajo, o al menos una parte de él. Voy a prestar atención y después les cuento.
Todavía no tuve tiempo para salir a comprarme la camiseta de Botswana. Es como la de la selección argentina pero con franjas angostas negras bordeando las celestes. Algo así como una cruza entre la de Almagro y la de Chacarita. No puede faltar en mi colección (nota para mi: tengo que poner la colección en facebook). Tampoco pude comprar regalitos (‘sorpresas’) para los chicos ni para Sole. Pero al menos siempre en el aeropuerto hay algo de eso.

Volvamos al cuento botswaniano. Ayer a la noche con Alex (mi colega que ahora está en Adis Abeba y antes estaba en mi puesto actual en Windhoek) y otros colegas buscábamos un lugar donde pudiéramos comer alguno de los bichos que vimos el otro día en nuestro “safari”. Nos mandaron a un lugar que resultó ser un pub irlandés. Y ni un bicho raro para comer. Terminé comiendo Oxtail, que es efectivamente cola de vaca, un guiso bastante gustoso. Era el único plato típico de acá que tenían. Todo lo otro era, efectivamente, de pub irlandés. Gaborone es un pueblito, ni siquiera tiene un restaurant turístico.

Volvamos al trabajo. Esta parte del taller trata sobre cómo establecer e implementar políticas de ciencia y tecnología en los países de la SADC (Southern African Development Comunity), algo así como el Mercosur del sur de África. Cada uno de los países está presentando sus intentos de diseño de política, salvo Sudáfrica que es un caso realmente interesante. A esto se suman dos consultores, un hongkonglano que dio una muy buena clase sobre política científica, una especie de resumen del curso de la maestría que daba Mario Albornoz en Quilmes, y otro que adaptó una presentación de un curso de MBA a política científica y dice una serie de sandeces interminables, pero con un énfasis y un convencimiento envidiables. Bien me gustaría a mí estar tan seguro y convencido de las boludeces que digo en mis presentaciones. Es algo que veo a menudo. Hay gente que habla y dice cosas simplificando tanto que al final no dice nada útil, en el mejor de los casos, pero lo dice con un convencimiento y una fluidez que maravilla a la audiencia. A mí, por el contrario, me gusta mucho más generar dudas que certezas. Todavía no me alcanzó el mesianismo...

Mientras tanto, escribo como si estuviera convencido. En fin, me sabrán perdonar. O no. Ya me lo dirán.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Coordenadas para Google Earth

Si quieren ver nuestra casa, pongan -22.54722828563457,17.09692561783447 en Google Earth.
Si no, en Google maps:

View Larger Map
Los monos no se ven... tampoco desde acá, pero bueh... ya vendrán...

El lunes me voy a Gaborone, Botswana. Voy a ver si escribo algo desde allá.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Llegamos a Namibia

Después de 7 días de haber llegado a Namibia, por fin tengo Internet!!!!! y anda muy bien.!!!!

les voy a contar un poco de como fue la llegada, como le gusta a mi mamá y a Pat.

Llegamos el jueves a las 15:20, como correspondía, los chicos se portaron muy bien, Emma no quiso dormir mucho, pero estuvo bien. Ya en Namibia, en migraciones, nos esperaba una chica que Ernesto se había chamullado y me dijo que le de mis papeles que Ernesto me iba a completar la parte de la dirección, dato que yo no tenia.
Salimos de ahí, sin valijas, sigo sin una de ellas.... Debo confesarles que aterrizar fue un shock, no había nada de civilización, no se veía ni un pueblito, nada de nada...

Camino a el departamento de Ernesto, se empezó a ver la ciudad. llegamos, descansamos un rato y nos fuimos a cenar a un restaurante Hindú o hindú...., ya que había como un festival y tenían menú especial, muy bueno!!!!! nada que envidiarle a los de Montreal.... y ni idea a los de Arg. porque nunca fui a Indian Bar!

el viernes vinimos a ver la casa, estaba buena, salvo algunos detalles.... como el dueño todavía estaba nos fuimos a dar una vuelta al shopping, a comprar ropa de verano a los chicos que como no teníamos las valijas no tenían nada. fuimos a almorzar y después fuimos al súper para ir a la casa ya con algunas provisiones, cuando estaba haciendo las compras escucho a una chica hablar español y le pregunto, -hablás español??, si me dice, era nicaragüense y estaba con una cubana haciendo las compras para el sábado que organizaba una fiesta latina en su casa y nos invitó, previo decirnos que ya sabía que estábamos por llegar y que su hija era/es compañera de Mati, así que comenzamos bien!
Cuando volvimos a la casa el dueño no se había ido, lo esperamos un rato y se fué, dejando todas sus cosas en el garaje y dos autos en el estacionamiento.....
la primer noche no pude dormir casi nada, los ruidos nuevos, el estrés, el dueño de la casa que es un corrupto.....

el sábado nos levantamos tarde, arreglamos algunas cosas y nos fuimos a la fiesta latina, que había unas españolas que ya intercambiamos teléfono,(Maris una es de Cadiz, de San Fernando.), uno de los hijos de una de las españolas es compañero de Mati.

El domingo ya empezamos a tener problemas con las cosas de la casa, no andaban las luces de la cocina, el dueño no se quería llevar los autos, la compañera de Ernesto nos decía que nos teníamos que ir ya, de la casa, así que ya empezó a sentirse feo...., por suerte Ernesto habló con el dueño de la inmobiliaria y le dijo que nos íbamos porque no estaban bien las cosas, muchas rotas, una mugre descomunal, muchas no andaban, se rompían cuando las tocabas, en fin una depresión total, la alarma tampoco andaba..... como Ernesto le dijo eso al de la inmobiliaria, se puso en acción y se vino como con 5 personas y empezaron a arreglar, a darle plazos al tipo para que haga las cosas y para que se lleve lo que había, la esposa del dueño que vive en suecia, llamaba para decirnos que por favor no nos vayamos, que el marido es un desastre que ella le había mandado la plata para las cosas, en fin, así estuvimos ayer hasta las 8 con 25 personas más o menos, arreglando todo, el tipo se llevo hasta los autos, no sus cosas, pero le vamos a dar un mes de plazo, así que ya veremos.
el domingo a la noche fuimos a cenar a la casa de la directora de Ernesto, que no soy yo, jajajajajaja, estuvo lindo, la gente era simpática.

hoy, miércoles ya empezó la chica que va a venir a ayudarnos todos los días!! yupi!!

el lunes los chicos empezaron la escuela, estaban re contentos, lo único que entran a las 7:20, nos levantamos a las 6, y preparamos todo y salimos, tengo que llevarles comida, en Montreal dirían la "boite a lunch", salen a las 13:30, por ahora los va a buscar Ernesto y los trae, desde manan iré yo, que sea dicho de paso, ya manejé al revés, con el volante a la derecha y manejan a la izquierda..... manan iré sola....... voy a ver si me animo.....
Los chicos salieron re contentos de la escuela, mati jugó un montón y la maestra nos dijo que habla re bien inglés, que habló español con unos amigos.
Emma también salio re contenta y le encanta llevarse su comida, lastima que no tengo "boites a lunch", pero le voy a encargar a Pat!!!!

hoy limpié y forré los estantes del placard de una de las habitaciones y ya le puse ropa, ya parece un poco nuestro!!! está bueno!!

ya estamos mejor, más instalados, con guardia de seguridad dentro de casa porque no anda la alarma, que la vienen a poner el lunes próximo.

por ahora eso es todo, no se ilusionen que no siempre voy a escribir tan largo....... jajajaja, para eso está Ernesto en su blog!!! jajajajaja

lunes, 15 de septiembre de 2008

Microblogueando

Hubieran visto la cara de felicidad de Mati hoy tras su primer día de escuela. Cura todas las angustias.

martes, 9 de septiembre de 2008

Bienvenidos al África (reloaded)!

Cercos electrificados y alambres de púa para sentirse seguros

Fuertes y polémicas formas de prevención; denuncias en alza

lanacion.com | Información general | Lunes 8 de setiembre de 2008


(gracias Pa por el link!)

domingo, 7 de septiembre de 2008

Cómo vinimos a parar acá?

La del título pretende ser una pregunta honesta, no una exclamación desesperada, nótese que no lleva signo de admiración, ni repite el de pregunta. Es tiempo de contar cómo vinimos a parar a este rincón hasta ahora ignoto del mundo.

Empecemos por la historia de mi laburo. Mi trabajo anterior en Montreal estaba dedicado específicamente a las estadísticas. Recolectábamos, analizábamos y publicábamos estadísticas de ciencia y tecnología, o más bien de investigación y desarrollo. Para esto, dábamos cursos-talleres de capacitación a los encargados de producir las estadísticas en los distintos países (del mundo “en desarrollo”) discutiendo las metodologías en uso a nivel internacional, para que los datos producidos por cada uno de los países fueran comparables entre si. Durante las discusiones con los encargados de estadísticas de los distintos países, sin embargo, aparecían muchas cuestiones que demostraban la dificultad –si no imposibilidad- de aplicar metodologías desarrolladas en países desarrollados a los contextos sociales, económicos, culturales y científicos de países con características claramente diferentes. Entonces otra línea de trabajo era la de adaptar las metodologías existentes a estos “nuevos” contextos (en el sentido de que antes no eran aplicadas aquí) y desarrollar nuevas metodologías que permitieran reflejar mejor los sistemas científico-tecnológicos de los países. Todo esto bajo el paraguas de seguir promoviendo la comparabilidad internacional de los resultados. En fin, un trabajo interesante, si bien un tanto hiperespecializado.

(Ahora que muchos de ustedes se enteraron y hasta tal vez se hicieron una idea de a qué me dedico realmente -siempre fue más fácil describir mi trabajo como “vender tarjetas de navidad”, ya saben, como Maxwell Smart J, aunque Juan Carlos reclama el copyright sobre esta explicación- olvídenlo, porque mi nuevo trabajo acá en Namibia es completamente distinto. Pero sobre eso otro día, en otra entrada.)

Entonces, porqué irse? El problema en gran medida fue esa hiperespecialización, junto con un ambiente de mínima motivación, en el que al final parecía que yo era el único en la oficina al que le importaba e interesaba lo que hacía, a parte de a mi equipo. Un tercer motivo para dejar ese trabajo era la clara percepción de que en esta línea no había más carrera para mí dentro de la UNESCO, ni demasiadas oportunidades fuera de la organización.

Al mismo tiempo, ya habíamos pasado seis inviernos en Montreal, se hacía urgente tomar una decisión de vida. Si nos quedábamos, teníamos que empezar a pensar en establecernos de otra manera, comprar una casa, volvernos “canadienses”. Nos habíamos casado en Montreal, nuestros hijos nacieron en Montreal, hicimos muchos amigos en Montreal, los chicos crecían en un ambiente ideal, pacífico y tolerante, hablando tres idiomas. En fin, Montreal se estaba convirtiendo (se había convertido) en nuestro hogar, casi por inercia. Pero esa no es la forma de elegir un hogar, o al menos no es la nuestra. La inercia no es buen consejero. Y no le hicimos caso. Sentíamos el cosquilleo de las hormigas en el traste (sobre todo yo, pero no sólo yo; me atrevo a decir que Sole también le encontró el gustito a esta vida de locos, a pesar de la distancia con la familia y las chicas).

A principios de año, estando “en misión” (terminología unesquiana que significa estar de viaje de laburo y que refleja la fantasía iluminista que nos asocia con los curas que venían en misión a convertir a los salvajes -a estas tierras y a las nuestras- o a más recientemente a Tom Cruise (es él, no?) y sus misiones imposibles, que las de la Unesco lo son, también) en este caso en París, en la sede de la organización, me ofrecieron informalmente dos posibilidades de nuevo destino: Kingston, Jamaica, y Windhoek, Namibia. En principio, decliné ambas, casi sin pensarlo, ninguna parecía ser una buena opción para la familia. A pesar de la natural atracción que tiene el Caribe, los problemas de seguridad en Kingston son bien conocidos. Habría que vivir en una burbuja de seguridad, y ahí sí que es de casa al trabajo y del trabajo de vuelta al barrio cerrado. No era la idea. Al mismo tiempo, si bien yo siempre había dicho y fantaseado con que el próximo destino después de Montreal debía ser África, con el nacimiento de los chicos eso se había diluido un tanto. Casi lo había olvidado, o al menos descartado. Pero me picó la curiosidad, cuando Mustafá, el director de política científica y desarrollo sustentable de la UNESCO, me insistió sutilmente (“Qué lástima lo de Namibia, no?”).

Pasé una noche entera en el hotel en París navegando en internet (no es fácil encontrar algo sobre Namibia que no sea safari) y mientras tanto lo conversábamos por skype con Sole, que navegaba desde casa. A la mañana siguiente habíamos tomado la decisión: íbamos a tirarnos el lance. Total tampoco la propuesta era formal ni estaba tan claro de que iba poder materializarse.

De hecho los trámites avanzaron muuuy lentamente, aunque en tiempos de la Unesco no estuvo tan mal. En abril tenía que venir –en misión J- a Sudáfrica y Mozambique, así que aproveché para darme una vuelta por Namibia, para conocer. Solamente estuve un día, pero me alcanzó para verificar lo que había visto en internet (fuente de toda razón y justicia) y lo que había leído en varias guías de viaje compradas para la ocasión. Namibia es un país seguro, tranquilo, limpio, ordenado, África para principiantes. Charlé mucho rato con Alex, que sería mi antecesor en el cargo, que me alentó muchísimo a venir. Tiene una familia parecida a la nuestra, y sus dos hijos nacieron en Namibia. Él es griego-estadounidense, y ella francesa, y esta era su primera experiencia en África. Solamente se iban porque a este cargo se le aplica la nueva política de rotación de la Unesco, que prácticamente te fuerza a moverte pasados cinco años en un destino (hoy están en Addis Abeba, Etiopía, y extrañan Windhoek…) También hablé mucho rato con la directora de la oficina, que hoy es mi jefa, y tuvimos buena onda. Me fui contento y motivado.

Lo demás, fue burocracia y logística. Así fue que, algo más de seis meses después de enterarme que la capital de Namibia se llama Windhoek (pronúnciese UINDJUK, o VINDJUK, con la J suave, algo más fuerte que la H del inglés), aparecí por esos pagos, y empecé a escribir este blog… y el jueves llegan Sole y los chicos! Qué alegría, bienvenidos al África!!!!!!!!!!!!!

En una próxima entrega les voy a contar de mi laburo actual, que tiene muy poco que ver con el que hacía en Montreal. Por hoy termino acá porque me propuse –diría a pedido del público- escribir textos más cortos, para aumentar el porcentaje de lectores que llegan hasta el final…

jueves, 4 de septiembre de 2008

La casa está en orden

Mmhm, ya sabemos como terminan los discursos con este título. En fin, me arriesgo.
El lunes decidí reservar una de las casas que había visto en estos días. Creo que fue la primera que vi. Tiene todo el confort necesario, y más.

Pero después de que yo manifesté mi interés en alquilar, el paso siguiente era la inspección del encargado de seguridad de Naciones Unidas en Namibia. El señor Andre fue hoy a la mañana y ya me avisó que el lugar es seguro. Mañana me va a mandar el dictamen formal.

Cuáles son los criterios?

La casa tiene que estar rodeada de un muro, de ladrillos o concreto. Sobre el muro, alambre electrificado, conectado a la alarma. Sistema de alarma adentro y afuera. Rejas en todas las ventanas. Una de las rejas, sin embargo, tiene que poder abrirse de adentro, como vía de escape. Y tiene que haber una puerta de rejas que permita encerrarse en al menos una pieza (la que tenga la vía de escape) y un baño (creo que en inglés esto se llama safe heaven).

Por lo que tengo entendido, ese tipo de puerta es lo único que le falta a la casa, y Naciones Unidas se ocupa de que la instalen.

En qué nos metimos?!?!?!

Bienvenidos (?) al África!

Ah, y felices pascuas!
PD: ahí en la foto, la montaña y la cueva de los monos -------->

domingo, 31 de agosto de 2008

Quemá esas cartas!

Un título más preciso para esta entrada hubiera sido ‘quemá esos comentarios’, pero no suena bien, y no hay forma de quemar los bits. En cualquier caso, se trata de un pequeño homenaje a la revista Hum®, aquella con la que crecimos allá por el final de la dictadura, en los principios de los 80, cuando Charly pedía que no bombardeen Caballito y Miguel Abuelo insistía en que no nos enamoráramos de aquel marinero bengalí. Al menos a este último casi todos le hicimos caso.

Pero me estoy yendo del tema central. La idea de hoy es hacerle caso a mi hermana y empezar a responder las preguntas y, en general, a las cuestiones planteadas por ustedes, “mis fieles lectores”. Se trata de cumplir con la premisa, y la promesa, de que esto sea un diálogo.

Bloguear o no bloguear

Quiero agradecerles a todos por los comentarios, realmente me encanta leerlos y muchas veces me emocionan y hasta me han hecho lagrimear en secreto. Me hace bien saber que a pesar de la distancia (o las distancias, porque esta vida de gitanos nos ha dado amigos en todos los puntos cardenales), están ahí. Y pedirles a los que leen pero que no comentan que se animen, se pongan las pilas, que si yo puedo escribir todo esto sin ponerme colorado, imaginen ustedes.

Este es me parece el sentido de la “web 2.0”, que la comunicación sea más fácil, y que las ideas se puedan crear y discutir en forma distribuida, entre todos. Se ha dicho y escrito mucho sobre esto, sobre el poder de los blogs y la decadencia de los medios tradicionales, pero lo cierto es que, al menos para mí, con esta “nueva tecnología” no se pierde nada, se ganan nuevos caminos para los de a pie. Y te reencuentra con viejos amigos, desde la popu hasta la primaria. Por eso Maru, Vane, Manuel y todos los que juegan con la idea del blog, anímense que los queremos leer. Hilda nos da el ejemplo con los blogs de sus hijos, uno para Santi y uno para Domi!

Claro que mi osadía literaria trae aparejada (o aparejado, no consigo decidirme en el género de esta pareja) el lógico reto de mi tía docente por mis descuidos ortográficos. Me comprometo a mejorar. El word y su corrector te envaguecen (esta palabra no puede existir, pero no me aparece la viborita roja) y luego –claro- cuando no tenés instalado el corrector correcto en la máquina, no hay quien te facilite la tarea. Había apelado inicialmente a Manuel, que editó la primera entrada, pero no pude organizarme para establecer una rutina que incluya edición. Escribo la mayoría de las entradas en mi “casa” a la noche y las subo al blog cuando tengo un rato en la oficina. Y ese rato hasta ahora siempre fue un ratito. De todas maneras, mi ortografía supo ser mejor. Parece que la suma de mi capacidad ortográfica total es constante. En la medida en que aumentó en inglés, disminuyó en castellano, y ni les cuento en alemán.

Lo bueno de no tener el corrector es que me da libertad para establecer algunas pautas gramaticales propias de mi lenguaje hablado, y no escrito, como lo remarcaron tanto Marti como Chichí, sin que Bill Gates se meta. No sé si eso será un estilo, ni pretendo que lo sea, pero me siento más cómodo contando que escribiendo. Tal vez deberían ser “crónicas” namibienses.

Lo que menos me gusta de lo que escribo es mi abuso de las comillas. Pero les aseguro que mientras escribo no hago ese molesto gesto de comillas con las manos, que tanto les gusta a los canadienses. Solamente pretendo cambiar la entonación de la frase, la mayor parte de las veces para señalar que ni yo mismo me creo lo que digo, digo escribo, escribo escribo escribo…

Diario namibiense

Fuera de programa, mi papá sugiere que el nombre del blog debería ir en singular. Sin embargo, y espero que en estas últimas entradas esto se haya hecho más evidente, la idea no es llevar un diario, un desafío que me supera y que intenté una sola vez cuando vivíamos en Alemania y mi Tante Susi me regaló un “diario”. Entonces traté de hacer una crónica de mi vida cotidiana, pero a los 10 años mi vergüenza superaba por lejos mi narcisismo (cómo cambia uno), pensaba que no tenía demasiado para decir, y por lo tanto no escribí demasiado. Ojalá me hubiera animado a más. Debería igual pegarle una mirada, sé que ese diario está entre las cosas que vienen en el barco.

La cuestión es que esto no es o al menos no pretende ser “mi querido diario”, sino más bien una serie de pensamientos que les traslado sin que haga falta seguir ningún orden cronológico. Espero en algún momento poder incluir algunas anécdotas de nuestra vida anterior, en Montreal. O quién sabe en qué otras cosas puede derivar esto.

La comida

Juan, David (el colo) y por su puesto mi madre se preocupan por mi dieta. En estas situaciones, siempre fue “haz como los romanos…”
Cebra, springbok, oryx, kudu, avestruz, cocodrilo, gusanos, pez espada, hake, kingsklip (pescados), biltong, salame de caza, salchichas, knödel, fideos, hamburguesas, sandwichitos, con todo eso armé una estrategia de supervivencia. El otro día comí un tomate; me quedan tres. Y todavía no probé el bife de carne normal, de vaca, que dicen que acá es muy bueno, y hasta se atreven a compararlo con el nuestro, el mejor del mundo…

Lo que más me gustó fue el avestruz, una sorpresa, siendo que el pollo no me atrae en lo más mínimo. Evidentemente el avestruz n no es un pollo grande, es carne roja, o casi, y muy rica. La cebra también es rica, comí una especie de bife de chorizo, muy sabroso. Los pescados estaban buenos, especialmente en Lüderitz. El cocodrilo tiene un sabor particular, mezcla de pescado y pollo, no es feo, pero es más que nada para saciar la curiosidad. Lo mismo los gusanos, no da para comerse un plato, pero fritos y picantitos se entiende porqué la gente los usa como fuente de proteínas.

La globalización

Hoy en el súper intenté comprar todo namibiense. Solamente funcionó para un par de cosas, incluyendo huevos, mermelada artesanal, agua mineral, biltong, salchichas, pan, leche. Lo demás, sudafricano o, en su defecto, europeo. En el shopping abrieron un Body Shop. Y si bien no hay MacDonalds (ya vendrá, supongo), el Wimpys tiene pelotero. Y en la tienda de deportes vi las canilleras que me quería comprar antes de venir y me olvidé. En los cines del mall daban Mama Mía. Y el gimnasio del mall, de la cadena Virgin, es bastante más lindo que todos los que vi en Montreal, aunque más no sea por la pileta y los aparatos de última generación. Ya leeré los libros de Smith para comparar. Igual a mí me habían avisado, esto es África, pero para principiantes…

Es claro, de todas formas, que debe haber dos Namibias. La de Windhoek hacia el sur, que ya vi(mos) y la del norte, la frontera con Angola, donde vive la mitad de la población en una franja bastante angosta y superpoblada. Espero que tengamos la oportunidad de ver el tema de las culturas como las pinta el NYT. Igual no hay muchas chances de que lleguemos a estar acá para cuando Emma sea adolescente, como sugiere Maru. Ya encontrará su propia forma de rebelarse, y yo sufro desde ahora…

Los idiomas

En efecto, no es una mala idea que el idioma oficial sea el inglés. Es sorprendente que tanta gente lo hable a esta altura, a pesar de que recién haya comenzado a usarse como tal hace menos de veinte años. La elección del inglés tuvo que ver no solamente con la globalización, sino también con el hecho de no privilegiar ninguna lengua nativa por sobre las otras. No creo que esto hubiera sido posible antes de la globalización. Y seguro no antes de la caída del muro…

La directora, Marti, dio el discurso en inglés. Lo cual está también justificado por el hecho de que ella es trinitaria y tobaguense, es decir, caribeña, y anglófona. Seré el único argento acá –por ahora, ya falta menos-, pero no soy el único que se imagina ver su tierra a través del océano (y sin marearme!). De chiquitos, en Pinamar, siempre imaginábamos ver África del otro lado. Si miran en estos días, avisen, así me peino.

También la despedida de mi colega Mui fue en inglés. Y para tranquilidad de mi hermana y sobre todo la mía, no tuve que hablar, aunque transpiré, pensando a ver cuándo me tocaría. Me miraron de reojo en la vuelta, pero por suerte, me pasaron. Mirá si me hacían cantar!!!

La tele

Lili está preocupada por la tele. No tengo internet en el depto, así que el único entretenimiento es leer, ver la tele en tres canales, o escribir interminables entradas en el blog. En este momento, mientras escribo esto, estoy viendo el paseo que le pega el Arsenal al Newcastle de Coloccini. O sea que no es tan grave. El otro día, sí, estaba viendo un capítulo de Dr. House y el dueño del depto, y del control remoto, me cambió de canal justo en la parte más interesante… Nunca supe si había curado al paciento (obvio que sí).

Mi abuelo Valentin

En estos días estuve muy conectado con la escritura, con la alemanidad, y todas estas cosas, y por lo tanto con mi abuelo Valentin. Tanto es así que ayer compré el auto que seguro hubiera comprado él. Me di cuenta después, que el 318 era su BMW favorito. Y éste rojo, como quería Mati, y automático, como quería Sole. El lunes me lo entregan y mando fotos.

Dónde viven los monos?

Por último, y para cerrar esta entrada, queda decir que efectivamente, como lo sugiere mi madre, los monos viven en cuevas, y no sobre los árboles, que no los hay suficientes. De hecho, de una de las casas que estuve visitando para alquilar se veía una cueva (en el medio de la foto, más o menos) y aparentemente -según el dueño- se pueden ver los monos salir a la mañana y volver a la tarde. Puede que alquilemos esa, a los chicos les va a gustar!

Fotos de mi paseo dominguero por Windhoek:
http://www.facebook.com/album.php?aid=140462&l=25a7a&id=1040641924

jueves, 28 de agosto de 2008

La Windhoek International School

Uno de los temas más importantes que tratamos de resolver desde Montreal fue la escuela para los chicos. Empezamos con unos cuantos jardines de infantes que nos recomendaron mis colegas, algunos de tipo Montessori, pero todos tenían una componente religiosa, y eso no nos parecía.

Tampoco es fácil buscar escuelas y cosas así en Namibia por Internet. La parte de "sociedad de la información" de la globalización todavía no está muy afianzada por estos lares. Finalmente encontramos -gracias, google- la Windhoek International School, una escuela con un perfil internacional (obvio, el nombre lo indica), pero que tiene arancel diferenciado según los padres sean nacionales o extranjeros (expatriados). Esto era una buena señal, porque significa que por lo menos no se trata solamente de un grupo de gente totalmente separada de la realidad. Esperamos que los locales den un poco de cable a tierra. Ya veremos. Pero también era una mala señal… porque para los “expats” no es precisamente barata. Igual por suerte a partir de los 5 años la UNESCO cubre el 75% de los gastos de la escuela.

Para Mati nos dieron vacante en seguida, pero Emma tiene que esperar. Dos cosas: como su hermano ya está adentro, ella está segunda en la lista de espera. Pero eso sí, tiene que dejar los pañales. Así que la tarea principal de Sole durante los primeros días acá será esa. Íbamos a empezar ya en Buenos Aires, pero…

Después de haber inscripto a los chicos nos enteramos que una colega mía también manda a sus hijos ahí. Así que ayer al mediodía me llevó a visitar la escuela. La verdad es que me gustó bastante.

Queda medio alejada de todo, lo que en términos de Windhoek significa que se tarda casi 15 minutos en llegar de cualquier otra parte de la ciudad (cuando hay tráfico)…

Me recibió la secretaria de la escuela, muy amable, sabía perfectamente quién era yo y cómo estaba el tema de Mati. Me dijo que Emma había pasado al primer lugar de la lista de espera y que puede que en octubre ya se libere una plaza. Habrá que apurarse!

Los chicos entran lo más tardar a las 7 y 20 y salen a la 1 y media. Va a haber que madrugar. A que no se imaginan quién estará a cargo de llevarlos??? :-(

Fui hasta el aula y conversé con la maestra de Mati. Me dijo que como ya empezó el año le estaban preparando una carpeta con todas las actividades que estaban haciendo y que cuando llegáramos le iban a dedicar atención especial para que se ponga al día.

A diferencia de la “guardería” de Montreal, no tiene sala de computadoras. Pero sí tiene muchos juegos afuera en el jardín. Y sí, tiene canchita de fútbol propia.

La enseñanza es en inglés, pero ya confirmamos que Mati tiene dos compañeritos que hablan castellano (presumiblemente españoles). Mati está muy contento y Sole ya está empezando a rearmar su red social (facebook, un poroto!).

La verdad es que en términos generales quedé muy contento.

Mati y Emma serán los primero argentinos de la WIS, y por lo tanto me pidieron que llevemos una bandera para izar, porque tienen banderas de todos los países de origen de sus alumnos. Una buena idea. Ya encargué una réplica de aquella azulgrana gigante que desplegamos en la popu del Nuevo Gasómetro, esa con el cuervo en animé, que donó MT. Total, qué saben acá cómo es la bandera argentina. Y finalmente, además, ésa es nuestra patria (o por lo menos la mía)…

Acá las fotos de la escuela. Intenté ponerlas una por una en el texto pero sólo dio para 3. El resto, en facebook:
http://www.facebook.com/album.php?aid=140292&l=d11d1&id=1040641924

martes, 26 de agosto de 2008

No quedan héroes

Hoy vine a la oficina pero me dediqué todo el día a hacer cosas privadas. Claro, teniendo en cuenta que es feriado, y que debo ser la única persona en el UN House, no parece tan grave… Hoy es el día de los héroes (heroes' day) y, la verdad, no sé de qué se trata. Se los debo para la próxima.

A la mañana fui a ver una casa. Muy linda, cerca de donde estoy parando ahora, con pileta, quincho, parrilla, lo básico, bah (quién te ha visto y quién te ve). Veremos si la alquilo. Debería ver algunas más, para tomar una decisión informada (evidence-based, diríamos :-)), pero esta me gustó, y Sole ya dio el visto bueno.

Una vez en la oficina, me dediqué a la compra del auto. Me decidí finalmente por una Hyundai Santa Fe, mediante un sistema especial de compras de Naciones Unidas. Espero que llegue pronto!!!! (claro que como la mandan de Corea va a tardar un ratito…)

Después, puse las fotos de mi viaje del fin de semana en Internet. Para los que no están en facebook (hoy anunciaron que ya somos 100 millones de usuarios), pueden accederlas con los siguientes links:

El camino hasta Lüderitz:
http://www.facebook.com/album.php?aid=140153&l=a8672&id=1040641924

Lüderitz, propiamente dicha:
http://www.facebook.com/album.php?aid=140208&l=17d4c&id=1040641924

Paseando por la península de Lüderitz:
http://www.facebook.com/album.php?aid=140212&l=d5397&id=1040641924

El evento juvenil, la Karas Regional Youth Expo 2008 (Karas es la provincia del sur namibiense):
http://www.facebook.com/album.php?aid=140217&l=9baa4&id=1040641924

lunes, 25 de agosto de 2008

Desde Embajada Argentina en Sudafrica

Buenos dias Señor Fernandez:

Hemos recibido su peticion para poder contactarse con otros Argentinos que vivan en Namibia, pero le comunicamos que por el momento usted es el unico que esta registrado con nosotros, Si llegamos a contactar a otra persona o familia, le mandaremos sus datos para que lo puedan contactar.
Que tenga un buen dia

Jimena Becerra

Recepcion

Embassy of Argentina
012-430 3524/27
Pretoria,South Africa

Otro diario con crónicas namibienses

El New York Times no me llega ni a los tobillos electrónicos, ja!
http://travel.nytimes.com/2008/08/24/travel/24namibia.html?8td&emc=tda1

domingo, 24 de agosto de 2008

Lüderitz, oh Lüderitz

Acabo de llegar de la Namibia profunda, y hace tres días que no hablo con Sole, ni con los chicos. [UPDATE: al rato hablé con Sole y con Mati, pero no se entendía nada :-( ] Pero tuve un viaje sensacional. Voy a ver cómo hago para incorporar fotos al blog. Si no lo logro, pondré como siempre las fotos en facebook y les mandaré el link.

Fue una experiencia interesantísima. Me sirvió para tener muchas conversaciones con mi jefa, la Directora de la oficina, con la cual me parece que estamos pegando buena onda. Tuvimos la ocasión de discutir desde política y politiquería de la UNESCO hasta política namibiense y norteamericana, pasando por varias cuestiones ligadas a nuestros proyectos acá, y también algunas cuestiones familiares y privadas. Llegué hace 10 días y ya hablé más tiempo con la directora acá que con el director en Montreal, en dos años y medio…

Pero vayamos a las cosas que interesan.

El viaje. Alucinante. 850 kilómetros de ida, 850 de vuelta, en tres días, al mando de Matthew, el chófer de la oficina, en la flamante Honda CRV de la directora (su auto privado, no el vehículo oficial), íbamos la Dra. Harvey (así la llamamos, siempre doctora), otra colega recién llegada que se llama Makawea (o algo parecido) y es tanzánica (o sea, natural de Tanzania), y está a cargo del programa de EducAIDS, y yo. Para ir para Lüderitz (les explico por si alguno quiere ir y yo justo no estoy, o estoy ocupado) es 550 km para el sur y luego 300 para el oeste, todo por ruta perfectamente pavimentada, pero de una sola mano por vía, como la antigua Ruta 2 a Mardel. El trayecto hacia el sur no es demasiado interesante, una especie de pampa seca, combinada con estepa patagónica, con pueblitos cada 200 – 250 km.

Párrafo aparte (je, cuando se escribe es fácil cumplir con “párrafo aparte”) para los nombres de los pueblos: Mariental (no hay valles ahí, pero bueh), Maltahöhe (altura de Malta, en castellano-¿?), Seeheim (ni cerca del mar ni de un lago), Helmeringhausen (por el nombre bien podría ser un suburbio de Nuremberg).

El “legado” colonial, fuertísimo. En Mariental paramos a cargar nafta y en la estación de servicio por los parlantes sonaban Schlager, yo diría contemporáneos, sin ser un experto en la materia… Para los no-germanoparlantes, Schlager sería la música romántica berreta alemana, muy del estilo de la ídem argentina, digamos, José Luis Perales, si yo supiera quién es (ni si es argentino, pero estoy casi seguro que si fuera alemán cantaría Schlager)… Yo no lo podía creer, estábamos ahí, en un polvoriento pueblo del hinterland (si se me permite el germanismo) namibiense, y la música era alemana. Aclaremos que los alemanes se fueron en 1915, echados por los sudafricanos, en medio de la Gran Guerra. Lo llamativo era también que, en circunstancias comparables, en Villa General Belgrano, la Cumbrecita o Colonia Suiza, sonaría música “típica” alemana, iodilahihó, haciendo referencia a una vieja alemania que esa gente nunca conoció pero aún recuerda y siente Sehnsucht –saudade, dirían los brazucas (medalla de bronce, ja!)- por ella. En cambio acá, en Mariental, música de ahora, anhelando una Alemania que tampoco conocen, pero al menos es actual…

La otra mitad de los nombres de ciudades (bah, pueblos, si fuera por nuestros cánones no habría ninguna ciudad acá), tiene nombres o bien afrikaans (es decir, en el holandés sudafricano) o bien africanos, en algún idioma originario.

Cómo ven, de la primera parte del viaje, lo más interesante fueron los nombres de los pueblos y sus preferencias musicales. El sur de Namibia está prácticamente desierto. Toda la gente vive en el norte. Ahí es donde está la verdadera pobreza, en la frontera con Angola y Zambia.

La segunda parte del viaje fue distinta. Los colores cambian de ese amarillo beige de pampa seca a toda la gama de colores del desierto de arena y roca. Alucinante e inútil de describir, habiendo fotos. Acá también se empieza a ver la fauna silvestre, antílopes (springbok, oryx), avestruces (riquísimos!), caballos salvajes del desierto, y supuestamente otros bichos que no llegamos a ver.

La historia de los caballos salvajes del desierto es particular, ya que no se sabe cómo aparecieron acá (los caballos son europeos, no hay caballos en África) pero hay distintas teorías que incluyen un naufragio costero de un buque con animales (digamos, como en Madagascar, I want to move it, move it), o la de que los caballos sobrevivieron a sus antiguos dueños, potencialmente la Schutztruppe alemana o un loco alemán que construyó un castillo en el medio del desierto para su mujer, que cuenta la leyenda nunca fue, con caballerizas, tropillas y todo. La cuestión es que estos caballos, una vez en el desierto, empezaron a adaptarse para sobrevivir, y se mueven más lentamente, transpiran menos, y pueden tomar agua cada 5 días… eso sí, están medio flacos, hay que admitirlo.

Llegando a Lüderitz, los últimos 100 km de ruta bordean el Sperrgebiet. Se trata de un territorio vedado, de más o menos 30 mil kilómetros cuadrados, desde la ruta hacia el sur, hasta la frontera con Sudáfrica, donde se encuentra el 90% de la riqueza namibiense: los diamantes. Está terminantemente prohibido ingresar a ese territorio. Patrullas de NAMDEB, la empresa dueña de la concesión minera de diamantes, recorren la zona y, según se dice por ahí, adhieren a la doctrina del gatillo fácil. NAMDEB es un joint venture entre el gobierno namibiense y De Beers, la mayor empresa mundial diamantera. Después del impacto de “blood diamonds”, esa película con el rubiecito este que se me escapa el nombre, NAMDEB hace muchísima publicidad acerca de las bondades de los diamantes para Namibia. NAMDEB aporta efectivamente el 90% del ingreso impositivo del país. Ya estoy pensando algunos proyectos para ver si les saco unos mangos.

Unos diez quilómetros antes de Lüderitz se encuentra Kolmanskop, el “pueblo fantasma”. Originalmente sede de Consolidated Diamond Mines (CDM), la empresa predecesora de NAMDEB, en tiempos de la colonia (o sea, hasta 1990!), este pueblo fue simplemente abandonado a fines de los 50, ya que el área quedó vacía de diamantes y la empresa descubrió un nuevo núcleo más al sur, en Oranjemund, justo en la frontera con Sudáfrica. Ahora el pueblo se puede visitar, y aunque no entramos saqué algunas fotos que espero poder postear lunes o martes.

Lüderitz, pueblito al que las guías describen como un énclave europeo o un pueblo con ambiénte bávaro, no es nada de eso. Es un pueblito con una herencia colonial fuertísima, edificios construidos por los alemanes a principios del siglo 20, con un cierto aire art nuveau, y con todas las calles con nombres alemanes (la principal de Bismarck Str.), pero nada más. Como pueblito, una cagada, la verdad. Pero queda en una bahía privilegiada, protegida por la península del “Díaz Point”, el cabo sobre el que desembarcó Bartholomeu Dias allá por el 1486, creo, cuando América aún no había sido “descubierta”… hasta 188ipico se llamó Angra Pequenha. Después la compañía de un tal Lüderitz se la compró a los Nama por unas libras esterlinas y unos fusiles, y Lüderitz convenció a Bismarck de que convirtiera el territorio en protectorado alemán. Lo demás es historia, de Südwestafrika, y después Namibia.

Pero entonces, a qué fuimos a Lüderitz? La directora tenía que hablar en la clausura de la Feria de la Juventud de la provincia de Karas, que era esponsoreada por la UNESCO (el otro auspiciante era NAMDEB!). El tema central de la feria (supuestamente una “expo”) era promover jóvenes emprendedores (young entrepreneurship). En realidad en la feria había unos cuatro estánds de emprendedores, fundamentalmente artesanos, y todo lo demás era la prenda “yo sé” de feliz domingo, que si lo crearan ahora sería un reality show. Algunos cantaban, otros bailaban, otros hacían ambas cosas, otros actuaban. Y algunos, contados, lo hacían bastante bien, especialmente cantar y bailar. La clausura, que era cuando se entregaban los premios, era en el salón de un centro comunitario y debía empezar el sábado a las 5 de la tarde, pero se retrasó hasta pasadas las 6, porque antes de la ceremonia les daban de comer a todos los pibes, un plato con una especie de media porción de tira de asado, con pan, mucho pan, tipo lactal. A comer con los dedos, eso sí. La mayoría eran estudiantes secundarios, o al menos eso parecían. Los emprendedores, si es que podemos llamarlos así, sin embargo, eran mayores. La entrega de premios duró hasta las 9 de la noche, había premios para todos. En un momento, mientras me divertía tomando fotos, tomé conciencia de que era el único blanco en la sala. Fue muy interesante. La directora dio un muy buen espích. Me sorprendió. Pero todo fue muuuy largo…

El tiempo libre en Lüderitz fue más dinámico e igualmente interesante, en otro plano. Ya vieron, o verán, las fotos. Se trata de un desierto de piedras en una península rodeada de varias bahías, con islas bastante cerca de la costa. El atardecer (me escapé a sacar unas fotos antes de que empiece la ceremonia), alucinante. Comentarios más precisos junto a las fotos!

Mañana lunes por la mañana tengo que dar mi primera alocución pública en este cargo, inaugurando un curso sobre manejo integral del agua en la cuenca del río Oranje. Cómo se imaginarán, no sé un carajo de eso… Por suerte es a las 10, así que tengo casi dos horas para prepararme a la mañana… El otro gran objetivo de la semana es encontrar una casa para cuando llegue mi familia. Estoy ansioso, pero faltan como tres semanas!!