domingo, 1 de marzo de 2009

Swazilando


No más llegar al aeropuerto de Matsapha, en Manzini, la segunda "ciudad" más importante de Swazilandia, empecé a comprender la idiosincracia swázica. No había nadie esperándome en el aeropuerto. Tras esperar media horita quedábamos solamente dos taxistas y yo en el hall (en realidad, más parecido a una sala de espera de dentista que al hall de un aeropuerto internacional). Decidí finalmente aceptar la oferta de uno de ellos a que me llevara a mi hotel, que quedaba a medio camino entre el aeropuerto y la capital, Mbabane, a unos 25 kilómetros. Al ratito se apareció con su Mercedes Benz rojo, modelo 1984, pero en razonablemente buen estado. El cuentaquilómetros había dejado de funcionar a los 394 mil y pico, pero por lo demás estaba bastante bien.


A los cinco minutos de marcha el taxista recibe una llamada en su celular, era la persona del ministerio de educación que acababa de llegar al aeropuerto y, al estilo swázico, había conseguido el teléfono del taxista! paramos al borde del camino, le pagué unos Emulangeni (la moneda local, convertible al Rand sudafricano) y esperé a mis colegas del ministerio.

Llegaron lo más contentos, explicándome que ellos utilizaban el tiempo swazi (este creo es el gentilicio correcto, aunque no sé qué hacer con la z), y que era normal llegar tarde... Así fue, luego, que llegué efectivamente tarde a dos de las tres reuniones con funcionarios que tuve en el día y medio que estuve allí.

Las reuniones fueron bastante productivas, y podrían haber sido aún mejores si el viernes no hubiera salido en el diario el comunicado oficial mediante el cual el área de ciencia y tecnología pasa del ministerio de educación al de información, comunicación y tecnología. Ya me había reunido con la gente de educación, y no tenía tiempo de arreglar reuniones con la gente del otro ministerio. Básicamente porque los viernes a la tarde nadie trabaja en Swazilandia.
Entonces aprovechamos para hacer un poco de turismo. Uso el plural porque por una de esas casualidades del destino coincidimos en Swazilandia con un equipo de mi ex-oficina, si bien basado en Dakar, dependiente de Montreal. Cómo ellos tampoco tenían nada que hacer a la tarde fuimos al Mantenga Cultural Village, una reproducción de una aldea tradicional swázica, donde además hay una función de baile tradicional, una de las principales atracciones culturales del país.

Aquí pueden verme ensayando las danzas típicas. Debo tener algún ancestro Swazi, porque viendo este video está claro que lo llevo en la sangre:





Las fotos del paseo pueden verse en:
http://www.facebook.com/album.php?aid=151610&id=1040641924&l=81a37


Durante la visita por la aldea típica, nos explicaron varios detalles de la vida tradicional swázica. Los hombres normalmente tienen dos esposas, y si tienen amantes éstas solamente están permitidas si son más jóvenes que ambas esposas... Si el jefe no puede tener hijos con alguna esposa, puede tenerlo con alguna otra mujer, pero luego estos hijos serán entregados a la esposa oficial para que los críe... De todas maneras, la autoridad política de la aldea la tiene el patriarca, padre del jefe de la aldea, y la económica la madre del jefe. Una sociedad autoritaria y sexista hasta más no poder... El rey, a su vez, ejerce el poder ejecutivo y el legislativo, como monarca absolutista. Tiene 9 esposas para las cuales construyó otros tantos palacios. Anda en autos 0 km de lujo, mientras su país se sumerge en la pobreza, y tiene la más alta prevalencia de HIV/SIDA del mundo. Un lugar interesante, para visitar...


Lo único que no entiendo es porqué te tratan de pintar la poligamia como algo muy positivo... Quién en su sano juicio puede querer tener dos (o más) esposas????? ;-)

Así les va, a los swazis...

3 comentarios:

Unknown dijo...

Es muy interesante la descripción sobre las costumbres y la realidad del país, matizada con la destreza de tu baile, que ratifica tus amplias cualidades para ese arte. Pienso, una vez más, que deberías dejar la Unesco para unirte a alguna puesta coreográfica en broadway o al menos con pepito cibrian. Besos y nos vemos en pocos días.

Martín, tu amigo, tu cuñado

Anónimo dijo...

No podrias traer un CD de la musica, asi ensayamos aqui todos juntos. ? El cuchillo es de madera?

Anónimo dijo...

A lo largo de tu vida hemos visto una habilidad innata para pasos de baile, movimientos acompasados, rítmicas elevaciones en tiempos de handball o los muy conocidos "simultáneos golpes de puño a los riñones y patadas en los tobillos" a los ocasionales centrofowards rivales de equipos de fútbol.
Por lo tanto, tus estilizados movimientos ya son un clásico de mitología del Africa Subsahariana.
Un fuerte abrazo, Jbp